1. El presupuesto comunitario.
Ingresos
Las fuentes de ingresos de la UE incluyen: contribuciones de los países miembros, derechos de importación sobre productos que proceden de países no pertenecientes a la UE, una contribución nacional nueva que se basa en los residuos de embalajes de plástico no reciclados y multas que se imponen cuando las empresas incumplen las normas de la UE. Los países de la Unión Europea se ponen de acuerdo sobre la cuantía del presupuesto de la UE y la forma de gestionarlo con varios años de antelación.
El presupuesto de la UE
Se financia principalmente a partir de los recursos propios de la UE, complementados por otras fuentes de ingresos;
Se basa en el principio de que los gastos deben ajustarse a los ingresos.
El presupuesto de la UE se financia a partir de las fuentes siguientes:
- una proporción de la renta nacional bruta (RNB) de cada país en función de su riqueza;
- derechos de aduanas sobre las importaciones que proceden de países no pertenecientes a la UE;
- una pequeña parte del impuesto sobre el valor añadido que recauda cada país de la UE;
- a partir de 2021, una contribución basada en la cantidad de residuos de envases de plástico no reciclados en cada país;
- otros ingresos, incluidas las contribuciones de terceros países a determinados programas, los intereses de demora y las multas, así como cualquier excedente del ejercicio anterior.
Para financiar NextGenerationEU, la Comisión Europea obtendrá fondos en los mercados de capitalesEN•••, que se reembolsarán durante un período muy largo, hasta el año 2058.
Bruselas, 7 de junio de 2022
La Comisión ha propuesto hoy un presupuesto anual de la UE por valor de 185 600 millones de euros para 2023, que se complementará con unos 113 900 millones de euros en concepto de subvenciones con cargo a NextGenerationEU. El presupuesto de la UE seguirá destinando cuantiosas inversiones para fomentar la autonomía estratégica de Europa y la recuperación económica en curso, salvaguardar la sostenibilidad y crear empleo. La Comisión seguirá dando prioridad a las inversiones en los sectores ecológico y digital, al tiempo que satisfará las necesidades apremiantes derivadas de las crisis recientes.
El comisario Johannes Hahn responsable del Presupuesto de la UE, ha declarado lo siguiente: «Seguimos aportando cantidades extraordinarias en concepto de financiación para sostener la recuperación de Europa y hacer frente a las dificultades actuales y futuras. El presupuesto sigue siendo un instrumento importante de la Unión a la hora de aportar un claro valor añadido a la vida de las personas. Ayuda a Europa a conformar un mundo cambiante, en el que trabajamos juntos en pro de la paz, la prosperidad y nuestros valores europeos».
El proyecto de presupuesto para 2023, dinamizado por NextGenerationEU, está pensado de forma que satisfaga las necesidades de recuperación más cruciales de los Estados miembros de la UE y de nuestros socios del mundo entero. Estos medios financieros seguirán reconstruyendo y modernizando la Unión Europea y reforzando la categoría de Europa como interlocutor firme a escala mundial y socio fiable.
Según las conclusiones del Consejo Europeo de 31 de mayo de 2022, más adelante este año se presentarán propuestas adicionales para financiar los efectos de la guerra en Ucrania, tanto en el exterior como en el interior, sobre la base de una evaluación más exacta de las necesidades.
El presupuesto refleja las prioridades de la UE, que son cruciales para garantizar una recuperación sostenible y fortalecer la resiliencia de Europa. Para ello, la Comisión propone asignar (en créditos de compromiso):
103 500 millones de euros en subvenciones de NextGenerationEU con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) para sostener la recuperación económica y el crecimiento tras la pandemia de coronavirus y hacer frente a los retos que plantea la guerra de Ucrania.
53 600 millones de euros para la política agrícola común y 1 100 millones de euros para el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura, en beneficio de los agricultores y pescadores europeos, y también para reforzar la resiliencia de los sectores agroalimentario y pesquero y facilitar el margen necesario para gestionar las crisis a la luz de las dificultades previstas en materia de suministro alimentario a escala mundial.
46 100 millones de euros para el desarrollo regional y la cohesión para sostener la cohesión económica, social y territorial, así como las infraestructuras de apoyo a la transición ecológica y los proyectos prioritarios de la Unión.
14 300 millones de euros en apoyo de nuestros socios e intereses en el mundo, de los cuales 12 000 millones de euros con cargo al Instrumento de Vecindad, Cooperación al Desarrollo y Cooperación Internacional – Europa Global (IVCDCI – Europa Global), 2 500 millones de euros para el Instrumento de Ayuda Preadhesión (IAP III) y 1 600 millones de euros para Ayuda Humanitaria (HUMA).
13 600 millones de euros para investigación e innovación, de los cuales 12 300 millones de euros se destinan a Horizonte Europa, el programa emblemático de investigación de la UE.
Podría recibir 1 800 millones de euros adicionales en concepto de subvenciones con cargo a NextGenerationEU.
4 800 millones de euros para inversiones estratégicas europeas, de los cuales 341 millones de euros para InvestEU para prioridades clave (investigación e innovación, doble transición ecológica y digital, sector sanitario y tecnologías estratégicas), 2 900 millones de euros para el Mecanismo «Conectar Europa» a fin de mejorar las infraestructuras transfronterizas, y 1 300 millones de euros para el programa Europa Digital para configurar el futuro digital de la Unión.
InvestEU podría recibir 2 500 millones de euros adicionales en concepto de subvenciones con cargo a NextGenerationEU.
4 800 millones de euros para las personas, la cohesión social y los valores, de los cuales 3 500 millones euros para Erasmus+ a fin de brindar oportunidades de educación y movilidad a las personas, 325 millones de euros para apoyar a artistas y creadores en toda Europa, y 212 millones euros para promover la justicia, los derechos y los valores.
2 300 millones de euros para medio ambiente y acción por el clima, de los cuales 708 millones de euros para el programa LIFE a fin de sostener la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, y 1 500 millones de euros para el Fondo de Transición Justa para velar por que la transición ecológica funcione para todos. El Fondo de Transición Justa podría recibir 5 400 millones de euros adicionales en concepto de subvenciones con cargo a NextGenerationEU.
2 200 millones de euros para gastos dedicados al espacio, principalmente para el Programa Espacial Europeo, que aglutinará la actuación de la Unión en este ámbito estratégico.
2 100 millones de euros para la protección de nuestras fronteras, de los cuales 1 100 millones de euros para el Fondo para la Gestión Integrada de las Fronteras (FGIF) y 839 millones de euros para la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex).
1 600 millones de euros para gastos relacionados con la migración, de los cuales 1 400 millones de euros se destinan a apoyar a los migrantes y solicitantes de asilo en consonancia con nuestros valores y prioridades.
1 200 millones de euros para hacer frente a los retos de defensa y seguridad comunes, de los cuales 626 millones de euros para sostener el desarrollo de capacidades y la investigación con cargo al Fondo Europeo de Defensa (FED), y 237 millones de euros para apoyar la movilidad militar.
927 millones de euros para garantizar el funcionamiento del mercado único, incluidos 593 millones de euros para el Programa para el Mercado Único y casi 200 millones de euros para la labor en materia de lucha contra el fraude, fiscalidad y aduanas.
732 millones de euros para EU4Health a fin de garantizar una respuesta sanitaria integral a las necesidades de las personas, y 147 millones de euros para el Mecanismo de Protección Civil de la Unión (rescEU) al efecto de poder desplegar asistencia operativa rápidamente en caso de crisis.
689 millones de euros para la seguridad, de los cuales 310 millones de euros se destinarán al Fondo de Seguridad Interior (FSI), que luchará contra el terrorismo, la radicalización, la delincuencia organizada y la ciberdelincuencia.
138 millones de euros para conexiones seguras por satélite en el marco de la propuesta de un nuevo programa de la Unión, el programa de conectividad segura de la Unión.
Se preverán recursos presupuestarios para la Ley Europea de Chips con cargo a Horizonte Europa y mediante redistribución a partir de otros programas.
El proyecto de presupuesto para 2023 forma parte del presupuesto a largo plazo de la Unión adoptado por los jefes de Estado y de Gobierno a finales de 2020, con sus ajustes técnicos posteriores, y persigue convertir sus prioridades en resultados anuales. Por lo tanto, una parte significativa de los fondos se dedicará al clima, en consonancia con el objetivo de destinar el 30 % del presupuesto a largo plazo y del instrumento de recuperación NextGenerationEU a esta prioridad política.
Contexto
El proyecto de presupuesto de la UE para 2023 comprende gastos con cargo a NextGenerationEU, que se financiarán mediante préstamos obtenidos en los mercados de capitales, y gastos cubiertos por los créditos correspondientes a los límites máximos del presupuesto a largo plazo, que se financian con los recursos propios. En el caso de estos últimos, en el proyecto de presupuesto se proponen dos importes para cada programa: créditos de compromiso y créditos de pago. Los «créditos de compromiso» hacen referencia a la financiación que puede acordarse en contratos en un año determinado; los «créditos de pago» son el dinero realmente desembolsado. El presupuesto de la UE para 2023 se eleva a 186 600 millones de euros en créditos de compromiso y a 166 300 millones de euros en créditos de pago. Todas las cantidades se expresan en precios corrientes.
Los pagos reales de NextGenerationEU (y las necesidades de financiación para las que la Comisión Europea buscará financiación en el mercado) podrían ser inferiores y se basarán en estimaciones precisas que evolucionarán con el tiempo. La Comisión seguirá publicando planes semestrales de financiación con información sobre sus volúmenes de emisión previstos en los próximos meses.
Con un presupuesto de hasta 807 000 millones de euros a precios corrientes, NextGenerationEU contribuye a que la UE se recupere de los daños económicos y sociales inmediatos causados por la pandemia de coronavirus y permite a la UE reaccionar ante crisis como la guerra de Ucrania. El instrumento temporal también contribuye a la reconstrucción de Europa, una vez superada la COVID-19, para que sea más ecológica, digital, resiliente y esté mejor preparada para los retos actuales y futuros. Los contratos y compromisos con cargo a NextGenerationEU podrán celebrarse hasta finales de 2023, y los pagos vinculados a los empréstitos se efectuarán hasta finales de 2026.
El presupuesto de la UE se dedica principalmente a la inversión. Por esta razón, la UE adopta planes de gasto a largo plazo, que se denominan marcos financieros plurianuales (MFP) y tienen una duración de entre cinco y siete años. El presupuesto a largo plazo establece las prioridades y los límites de gasto de la UE. El MFP actual comprende el período de 2021 a 2027.
El presupuesto de la UE financia actividades que van desde el desarrollo de las zonas rurales y la protección del medio ambiente hasta la protección de las fronteras exteriores y la promoción de los derechos humanos. Junto con NextGenerationEU, el presupuesto ayuda a las economías de la UE a recuperarse de la crisis de la COVID-19. La Comisión, el Consejo y el Parlamento dan su opinión sobre la cuantía del presupuesto y la manera de asignar los gastos, y la Comisión es responsable de su gestión. Cada año, el Parlamento Europeo evalúa la ejecución del presupuesto del año anterior y, basándose en la recomendación del Consejo, decide si aprueba o no la gestión de la Comisión (es decir, si aprueba la forma en que la Comisión ha ejecutado el presupuesto).
Gestión de los fondos de la UE
Durante el período 2021-2027:
las autoridades nacionales gestionarán, junto con la Comisión Europea, aproximadamente las tres cuartas partes del gasto presupuestario (gestión compartida);
la Comisión Europea y sus agencias y delegaciones gestionarán alrededor del 18 % del presupuesto de la UE (gestión directa);
y otras organizaciones internacionales, agencias nacionales o países no pertenecientes a la UE gestionarán el 8 % (gestión indirecta);
en lo que respecta a NextGenerationEU, el 90 % de los fondos se canalizarán a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que se ejecuta en régimen de gestión directa (el MRR es un instrumento que ofrece subvenciones y préstamos por un importe total de 723 800 millones de euros para apoyar reformas e inversiones en los países de la UE).
La responsabilidad última de la ejecución del presupuesto corresponde a la Comisión, que debe garantizar que se registre y justifique cada euro gastado. En caso de pago indebido, la Comisión colabora con los Estados afectados con el fin de recuperar el dinero. Puede consultar aquí la información sobre las medidas orientadas a garantizar la transparencia y proteger a la UE.
Elaboración del presupuesto
La Comisión, el Consejo y el Parlamento establecen conjuntamente el presupuesto anual. La Comisión presenta un proyecto de presupuesto al Consejo y al Parlamento. Estos pueden modificarlo y, si no hay acuerdo, tratan de alcanzar un compromiso.
El presupuesto anual establece los importes que pueden gastarse dentro de los límites acordados de antemano en el marco financiero plurianual. Esto permite a la UE programar su gasto eficazmente y con varios años de antelación.
Competencias presupuestarias
A raíz de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, el Parlamento Europeo comparte con el Consejo de la Unión Europea el poder de decisión acerca de todo el presupuesto anual de la UE, sobre el que tiene la última palabra
Marco financiero plurianual
Las decisiones del Parlamento y del Consejo sobre los gastos y los ingresos anuales deben respetar los límites de gasto anual establecidos en el plan financiero de la UE a largo plazo, el marco financiero plurianual, que se negocia cada siete años.
Control presupuestario
Una vez aprobado el presupuesto de la UE, la Comisión Europea es responsable de su ejecución (las otras instituciones se encargan de sus propios presupuestos administrativos).
Como institución de elección directa que representa a las personas contribuyentes de la UE, el Parlamento Europeo ejerce la supervisión democrática para comprobar que la Comisión y las otras instituciones gestionan adecuadamente los fondos europeos.
Por recomendación del Consejo de la Unión Europea, el Parlamento decide si concede el descargo de la gestión, es decir, si aprueba la manera de la que se ha ejecutado el presupuesto para un ejercicio específico.
El Parlamento toma su decisión después de un atento examen por su comisión de Control Presupuestario de las cuentas financieras de la Comisión y de su informe de actividades para el ejercicio en cuestión. También tiene en cuenta el informe anual del Tribunal de Cuentas y las respuestas de la Comisión a las preguntas específicas que los diputados puedan formular.
El Parlamento también puede hacer recomendaciones a la Comisión sobre la ejecución del presupuesto. La Comisión debe informar, a petición del Parlamento, sobre las medidas adoptadas a raíz de tales observaciones y comentarios.
El procedimiento termina con la concesión, el aplazamiento o el rechazo de la aprobación de la gestión.
El Parlamento tramita de una manera parecida la aprobación de las cuentas de las otras instituciones, incluido su propio presupuesto administrativo.
¿En qué se gasta el dinero?
El presupuesto de la UE consta de aproximadamente siete áreas de gasto.
Presupuesto de la UE de 2023: áreas principales
En la actualidad, la mayor parte del presupuesto se destina a ayudar a reforzar la cohesión económica, social y territorial en la Unión Europea. El presupuesto de 2023 permitirá que la UE movilice fondos significativos para contribuir a mitigar las graves consecuencias de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania no solo en este último país, sino también en los países vecinos meridionales y en los Estados miembros. Contribuirá asimismo al apoyo del actual proceso de recuperación duradera de la pandemia de coronavirus, y a la protección de los puestos de trabajo existentes y la creación de otros nuevos. Construir una Europa más ecológica y resiliente, garantizar el éxito de la transición digital y fomentar la innovación también representan una parte importante del presupuesto. Entre otras áreas de gasto, cabe destacar la lucha contra la inmigración irregular, la mejora de la gestión de las fronteras y el refuerzo de la seguridad.
2. Los fondos estructurales.
Apoyar el desarrollo económico
En el marco del presupuesto a largo plazo de la UE para el período 2014-2020, más de la mitad de la financiación de la UE se canalizó a través de los cinco Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (Fondos EIE), gestionados conjuntamente por la Comisión Europea y los países de la UE. Los Estados miembros todavía pueden comprometer fondos con cargo a ellos hasta finales de 2023. Para los Fondos Estructurales en el marco del actual presupuesto a largo plazo, véase también el desarrollo regional y urbano de la UE.
Estos fondos se destinan a invertir en la creación de empleo y en una economía y un medio ambiente europeos sostenibles y sanos.
Los Fondos EIE 2014-2020 se concentran principalmente en cinco sectores:
- investigación e innovación
- tecnologías digitales
- economía hipocarbónica
- gestión sostenible de los recursos naturales
- pequeñas empresas
Los cinco fondos
Estos son los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos:
- Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER): fomenta el desarrollo equilibrado en las distintas regiones de la UE.
- Fondo Social Europeo (FSE): apoya proyectos relacionados con el empleo en toda Europa e invierte en el capital humano europeo (trabajadores, jóvenes y demandantes de empleo).
- Fondo de Cohesión (FC): financia proyectos de transporte y medio ambiente en países cuya renta nacional bruta (RNB) per cápita es inferior al 90 % de la media de la UE. En 2014-2020, estos países eran Bulgaria, Chequia, Chipre, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal y Rumanía.
- Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader): se centra en la resolución de problemas específicos de las zonas rurales de la UE.
- Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP): ayuda a los pescadores a practicar una pesca sostenible y a las comunidades costeras a diversificar sus economías, mejorando la calidad de vida en las zonas litorales europea
Todos estos fondos los gestionan los propios países de la UE mediante acuerdos de asociación.
Cada país, en colaboración con la Comisión Europea, elaboró un acuerdo que establecía la manera en que se utilizarían los fondos durante el periodo de financiación 2014-2020.
Acuerdos de asociación sobre los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos
Los acuerdos de asociación desembocan en una serie de programas de inversión que canalizan la financiación a las diferentes regiones y proyectos en los ámbitos de actuación correspondientes.
Ámbitos de inversión
- Empleo, crecimiento e inversión
- Mercado único digital
- Unión de la energía y clima
- Mercado interior
- Unión económica y monetaria
- Justicia y derechos fundamentales
- Migración
Beneficiarios de los Fondos EIE
- Fondo Europeo de Desarrollo Regional y Fondo de Cohesión
- Fondo Social Europeo
- Fondo Europeo Marítimo y de Pesca
- Pagos de la PAC (gestión compartida)
3. La cohesión económica y social.
La cohesión económica, social y territorial
A fin de promover un desarrollo armonioso en todo su territorio, la Unión Europea fortalece su cohesión económica, social y territorial. En concreto, la Unión busca reducir las disparidades entre los niveles de desarrollo de sus distintas regiones. Entre las regiones concernidas, se presta especial atención a las zonas rurales, a las zonas afectadas por una transición industrial y a las regiones que padecen desventajas naturales o demográficas graves y permanentes como, por ejemplo, las regiones más septentrionales con escasa densidad de población y las regiones insulares, transfronterizas y de montaña.
Base jurídica
Artículos 174 a 178 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).
Contexto
La política de cohesión es la principal política de inversión de la Unión Europea. Beneficia a todas las regiones y ciudades de la Unión y favorece el crecimiento económico, la creación de empleo, la competitividad empresarial, el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente.
Desde el principio han existido grandes disparidades territoriales y demográficas en la Comunidad Europea (hoy Unión Europea) que podían constituir obstáculos a la integración y el desarrollo en Europa. El Tratado de Roma (1957) estableció mecanismos de solidaridad a través de dos fondos: el Fondo Social Europeo (FSE) y el Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola (FEOGA, sección «Orientación»). En 1975 se introdujo una dimensión regional con la creación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). En 1994 se creó, además, el Fondo de Cohesión.
Con el Acta Única Europea de 1986, la cohesión económica y social pasó a ser una competencia de la Comunidad Europea. En 2008, el Tratado de Lisboa introdujo una tercera dimensión de la cohesión de la Unión: la cohesión territorial. Estos tres aspectos de la cohesión reciben el apoyo de la política de cohesión y de los Fondos Estructurales.
Objetivos
Fortalecer su cohesión económica, social y territorial es uno de los objetivos principales de la Unión. Dedica una parte significativa de sus actividades y de su presupuesto a reducir las disparidades entre las regiones, con especial atención a las zonas rurales, a las zonas afectadas por una transición industrial y a las regiones que padecen desventajas naturales o demográficas graves y permanentes.
La Unión apoya la consecución de estos objetivos mediante la utilización de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (el FSE, el FEDER, el Fondo de Cohesión, el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP)) y, desde 2021, el Fondo de Transición Justa (FTJ).
En 2014, el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural sustituyó a la sección «Orientación» del Fondo Europeo de Orientación y de Garantía Agrícola. En el marco de la política de cohesión de la Unión, el Feader apoya el desarrollo rural y la mejora de la infraestructura agrícola.
El Fondo Social Europeo (desde 2021, llamado Fondo Social Europeo Plus (FSE+)) es el principal instrumento de la Unión por lo que respecta al apoyo de medidas encaminadas a prevenir y combatir el desempleo, desarrollar los recursos humanos y fomentar la integración social en el mercado de trabajo. Financia iniciativas que promueven un nivel elevado de empleo, la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, el desarrollo sostenible y la cohesión económica y social.
El Fondo Europeo de Desarrollo Regional contribuye a corregir los múltiples desequilibrios regionales de la UE. Apoya a las regiones cuyo desarrollo va más lento, además de la conversión de las regiones industriales en declive.
El Fondo de Cohesión ofrece una contribución económica a los proyectos relacionados con el medio ambiente y con las redes transeuropeas en el ámbito de la infraestructura de transportes. Solo pueden acceder a este fondo aquellos Estados miembros cuya renta nacional bruta por habitante sea inferior al 90 % de la media de la Unión.
El Fondo de Transición Justa es una herramienta clave para apoyar los territorios más afectados por la transición a la neutralidad climática y evitar el aumento de las disparidades regionales. Para alcanzar su objetivo, el FTJ apoya inversiones en ámbitos como la conectividad digital, las tecnologías energéticas limpias, la reducción de emisiones, la rehabilitación de zonas industriales, el reciclaje profesional de los trabajadores y la asistencia técnica.
A fin de garantizar un uso eficiente de los Fondos Estructurales, deben respetarse los principios siguientes:
- la organización de los fondos por objetivos y por regiones;
- la colaboración entre la Comisión, los Estados miembros y las autoridades regionales para la planificación, la ejecución y el seguimiento de su utilización;
- la programación de las intervenciones;
- la adicionalidad de la contribución nacional y de la Unión.
- La distribución de los recursos económicos de la Unión dedicados a la política de cohesión se centra en dos objetivos básicos:
- la inversión en crecimiento y empleo, que está orientada a fortalecer el mercado laboral y las economías regionales;
- la cooperación territorial europea, que respalda la cohesión de la Unión a través de la cooperación a escala transfronteriza, transnacional e interregional.
Desde 1988, la política de cohesión de la Unión ha registrado un enorme aumento de su presupuesto y se ha convertido, junto con la política agrícola común, en una de las políticas de la Unión más significativas en términos cuantitativos. Para el período de programación 2014-2020, la Unión destinó más de 350 000 millones EUR a su política de cohesión, a saber, un 32,5 % del presupuesto total de la Unión. Estos fondos se dedicaron a actividades tan distintas como la construcción de carreteras, la protección del medio ambiente, la inversión en empresas innovadoras, la creación de empleo y la formación profesional. Casi 200 000 millones EUR se asignaron al FEDER (incluidos 10 200 millones EUR para la cooperación territorial europea y 1 500 millones EUR como dotación especial para las regiones ultraperiféricas y escasamente pobladas). Se destinaron más de 83 000 millones EUR al FSE y 63 000 millones EUR al Fondo de Cohesión.
Política de cohesión de la Unión Europea en el período 2021-2027
En mayo de 2018, la Comisión Europea propuso nuevos reglamentos para la política de cohesión a partir de 2020. Uno de los principales objetivos de esta reforma es simplificar los procedimientos y aumentar la eficacia de las inversiones de la Unión. Los once objetivos temáticos utilizados en la política de cohesión 2014-2020 se han sustituido por cinco objetivos políticos para el FEDER, el FSE +, el Fondo de Cohesión y el FEMP:
- una Europa más inteligente: transformación económica innovadora e inteligente;
- una Europa más verde y baja en carbono;
- una Europa más conectada: movilidad y conectividad regional en el ámbito de las TIC;
- una Europa más social: aplicación del pilar europeo de derechos sociales;
- una Europa más próxima a sus ciudadanos: desarrollo sostenible e integrado de las zonas urbanas, rurales y costeras mediante iniciativas locales.
En el período 2021-2027, el presupuesto de la UE se financiará mediante el marco financiero plurianual (MFP) «clásico» y un extraordinario esfuerzo de recuperación, el instrumento «Next Generation EU». La política de cohesión también será financiada en parte por el MFP y, en el caso de algunos programas, por el «Next Generation EU».
Los recursos destinados al objetivo «Inversión en crecimiento y empleo» ascenderán a un total de 322 300 millones EUR (a precios de 2018) y se asignarán como sigue:
- 202 300 millones EUR para las regiones menos desarrolladas;
- 47 800 millones EUR para las regiones en transición;
- 27 200 millones EUR para las regiones más desarrolladas;
- 42 600 millones EUR para los Estados miembros que reciben ayudas del Fondo de Cohesión (de los que 10 000 millones EUR se destinarán al Mecanismo «Conectar Europa»);
- 1 928 millones EUR en concepto de financiación adicional para las regiones ultraperiféricas;
- 500 millones EUR para inversiones interregionales en innovación.
Los recursos procedentes del FEDER correspondientes al objetivo «Cooperación territorial europea» (Interreg) ascenderán a un total de 8 050 millones EUR y se asignarán como sigue:
5 812 millones EUR para la cooperación transfronteriza marítima y terrestre;
1 466 millones EUR para la cooperación transnacional;
490 millones EUR para la cooperación interregional;
281 millones EUR para la cooperación con las regiones ultraperiféricas.
El nuevo Fondo de Transición Justa, que apoya a los territorios más afectados por la transición hacia la neutralidad climática y tiene por objeto prevenir el aumento de las disparidades regionales, dispondrá de un presupuesto de 17 500 millones EUR. 7 500 millones EUR procederán del MFP, y 10 000 millones EUR adicionales procederán del «Next Generation EU».
En diciembre de 2020, se adoptó otro nuevo instrumento, REACT-UE. Servirá de complemento para los programas de cohesión 2014-2020 y se sumará a las asignaciones para la cohesión para el período 2021-2027. REACT-UE apoyará a los sectores más importantes para lograr una recuperación sólida tras la crisis de la COVID-19. La asignación para REACT-UE (hasta 2023) asciende a 47 500 millones EUR.
Papel del Parlamento Europeo
El Parlamento desempeña un papel muy activo a la hora de apoyar el fortalecimiento de la cohesión económica, social y territorial de la Unión. La legislación relativa a la política de cohesión y a los Fondos Estructurales se elabora en el marco del procedimiento legislativo ordinario, en el que el Parlamento está en pie de igualdad con el Consejo.
El Parlamento ha participado de manera activa en las negociaciones para la reforma de la política de cohesión para el período 2021-2027. Esta reforma define las prioridades y los instrumentos de las futuras acciones de la Unión encaminadas a reforzar la cohesión económica, social y territorial. El Parlamento ha apoyado firmemente las propuestas a favor de una política de cohesión eficiente y de largo alcance, que necesitará también recursos financieros suficientes.
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